Pido perdón por retrasarme tanto en esta pequeña crónica.
Partimos el día 2 de julio para darnos la gran paliza de Guada a Tarifa.
Fui a recoger a Pablo y luego a Isi, el viaje un coñazo pero qué le vamos a hacer.
No tenía ni idea de qué día me iba a tirar al mar pero estaba super ilusionado porque había leído en la
prensa que se esperaban días de mar calmado.
En Tarifa nos esperaban mi hermano y mi cuñado Pedro, llevábamos todo el año preparando con ilusión la prueba, (creo que iban ellos con mas ilusión que yo).
También nos esperaba allí Rafa, el organizador de la prueba. Nos explicó que él creia que nadaría el día 6 de julio y que casi seguro iba a tener un mar calmado.
Gracias a mi gran amigo Carlos (de Alcalá) estuvimos hospedados por la cara en su casa En los Barrios Cadiz. Super agusto y muy tranquilos.
Los días anteriores a la prueba, nos íbamos a Tarifa a nadar un poquito, comer por ahí, algún paseito y para casa, destacar la visita al Peñón (una castaña) y visita a las playas de los Windsurfistas me gustó. Mucho colorido de cometas y velas y muy buen ambiente.
Bueno llegó el
día, me quedé un poco sorprendido cuando nos comunicaron que empezaría a nadar sobre las 11,30 de la mañana, ¡por fin una prueba que no tengo que madrugar!
Llegamos al Puerto sobre las 10, un cafelito cerca del pueblo y más tarde me fui a buscar a mi gran amigo Germán ,que estaba cerca de Cádiz, se vino a verme con su madre y un amigo.
Una vez llegada la hora nos fuimos a puerto, saludamos al capitán del barco y al tema.
Cremita para no pasar frio y al agua.
El agua plato, plato,plato, yo alucinaba. La 1ª hora 5.500 metros, una temperatura del agua bastante buena.
Poco a poco me estaba dando cuenta de que el mar estaba cambiando, yo preguntaba a mi hermano y mi cuñado, pero no me decian nada y fue eso lo que me mosqueó. No era consciente de que estuve nadando llevándome la corriente a mi izquierda y que en una hora
avancé 300 metros. En fin, yo fui a cumplir un sueño y a demostrar lo que he estado entrenando día a día durante un año.
Si es verdad que pasadas 3 horas vi peligrar ese sueño, pues cambió mucho la temperatura del agua y estaba muy jodido del hombro que me empezó a doler a la 2ª hora.
Más o menos cuando me quedaba unos 1500 mertros me di cuenta de que todos, absolutamente todos me animaban como locos, ahí me di cuenta que tenia que darlo todo, o no iba a llegar a Marruecos, también me di cuenta de que la marea me estaba llevando, en ese momento se acercó el barco de avituallamiento y me comunicó que fuera todo lo deprisa que pudiera o no llegaba...
Horroroso, dolor de hombro, cansancio, frio, miedo, etc.
Cuando escuché ¡
YA ESTÁ ANGEL TE QUEDAN 600 METROS Y LUEGO 500 Y MÁS TARDE 200
100, 50 m UN LARGO DE PISCINA Y TIERRA...!
¡Fue algo increíble!, se escuchaban los gritos de mi hermano, mi cuñado, Isi y Pablo pero parecían los ánimos de un campo de fútbol lleno.
Llegué destrozado, mucho frío y casi llorando.
Tras los abrazos me contaron que píllé un mal día.
El mar calmado del principio, fue un espejismo.
Poco más que contar, sólo agradecer a mis compis de esta aventura, sin ellos no habría sido tal aventura.
Esto no es nada con lo que me voy a encontrar en Tarifa, aguas muy movidas 16º de temperatura del agua, olor a gasolina de tantos barcos, pero como dice mi madre: sarna con gusto no pica. 
El trayecto fue: 
